Esta pandemia ha tomado a todos los habitantes del planeta de manera sorpresiva y prácticamente con capacidades limitadas de reacción. El impacto de esta situación no solo ha afectado la salud de las personas, la movilidad, la estabilidad emocional y el habitual devenir de sus actividades frecuentes, sino que a su vez se ha convertido en un desafío económico. Y la situación financiera tanto a nivel personal, como a nivel empresarial sigue siendo muy incierta, ya que resulta difícil estimar las consecuencias sociales y económicas que dejará esta situación, todo dependerá de las medidas que se adopten para el reinicio de las actividades económicas una vez pase la pandemia. Pues, a pesar de que en un inicio una parte de los estadounidenses seguían las medidas de salud y prevención, el foco del coronavirus persiste en la población de mayor riesgo y de menor poder adquisitivo siendo esta la razón principal por la que el futuro económico mundial sigue siendo incierto.
En determinado momento la emergencia obligó a suspender la circulación de los habitantes, para posteriormente llevarlos a la permanencia en casa por prevención, por consecuencia se limitaron automáticamente el gasto o necesidad de adquisición de algunos productos y bienes, pero a su vez esto dependió de los diferentes niveles de ingreso, los que cuentan con mayores recursos han disminuido sus gastos en un 17%, mientras que los hogares que tienen ingresos bajos sólo han logrado reducir sus gastos en un 4% al 10 de junio de 2020, y llama la atención que a diferencia de otras épocas de crisis económica, en esta oportunidad los estadounidenses han disminuido el consumo de restaurantes, peluquerías, o servicios similares, mientras que en crisis anteriores dejaban de adquirir productos costosos como casas y autos.
Pero ¿Cómo se ha podido ahorrar y quienes lo han podido hacer? Es determinante la disminución en temas de combustible y gastos mecánicos de los vehículos, o en general en medios de transporte, no sólo por las medidas de aislamiento, sino por la disminución de movilidad y trabajo y estudio en casa.
También las actividades de entretenimiento, actividades en clubes, gimnasios, cinemas, bares y discotecas han generado un ahorro importante para los ciudadanos. A modo de ejemplo, USA Today expuso al público el caso de una ciudadana de California, quien aseguró que por mantenerse en casa durante la pandemia, y lograr evitar los gastos de los actividades antes expuestos, logró ahorros sustanciales por el orden de los 4000USD, dinero que fácilmente puede destinar para otro tipo de rubros y en su caso particular lo destinó a refacciones en su domicilio.
De esta manera, los hogares con pocos ingresos son los que difícilmente han logrado ahorrar, pues sus gastos son similares a los que mantenían antes del inicio de la crisis.
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¿Qué gastos, obligaciones y/o necesidades se incrementaron o emergieron con la pandemia?
En muchos hogares tuvo que mejorarse el mobiliario para el desarrollo de actividades laborales y académicas; así, como la compra de laptops y tecnologías o servicios adicionales para el mismo fin.
Un primer vistazo, pudiese inferir una complejidad en materia económica, pero no en todos los entornos, aunque se perdieron empleos, se manifestó una inminente recesión económica con lo cual los estadounidenses han logrado ahorrar más ahora, que bajo cualquier otra circunstancia anterior, en un mayor porcentaje los hogares de altos ingresos.
El destino final de los ahorros durante la pandemia, obviamente se regirá por las necesidades individuales; no obstante, se mantendrán destinados al futuro incierto que nos depara la situación.